
Atención plena y salud de la piel: cómo el estrés afecta tu piel
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En nuestro mundo acelerado, el estrés es casi algo común y, mientras nuestras mentes aún están luchando con listas de tareas pendientes, nuestra piel a menudo ya muestra los primeros síntomas. La piel y la psique están estrechamente relacionadas: ya se trate de enrojecimiento, picor, imperfecciones o incluso brotes de enfermedades cutáneas crónicas, la piel reacciona de forma notable a la tensión interna.
Cuando el estrés desequilibra la piel
Detrás de estas reacciones suele haber un mecanismo intrínseco: cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera más cortisol. Esta hormona del estrés puede debilitar la barrera cutánea a largo plazo, promover la inflamación y alterar la producción de sebo. El resultado: la piel se vuelve más sensible, más seca y propensa a las imperfecciones.
Se vuelve especialmente problemático cuando el estrés se convierte en un estado permanente: entonces, la piel apenas tiene tiempo para regenerarse.
Lo que es bueno para el alma también ayuda a la piel.
La buena noticia: si reduces específicamente el estrés, puedes aliviar notablemente la tensión en tu piel. Incluso los pequeños rituales ayudan, como un paseo consciente sin teléfono móvil, una infusión aromática o una breve meditación por la mañana. Mindfulness significa estar completamente en el aquí y ahora y tratarte a ti mismo con compasión.
Incluso la hidratación diaria puede convertirse en un ejercicio de atención plena: si, por ejemplo, respiras conscientemente y notas el tacto mientras aplicas una crema calmante para la piel, asocias el cuidado con la paz interior. Los productos con ingredientes suaves y naturales, como la crema calmante o el spray hidratante de Quellmed, ayudan a que la piel se relaje.
Ejercicio de atención plena: 4-6 respiraciones para la calma interior y exterior
Esta sencilla técnica de respiración calma el sistema nervioso autónomo en tan solo unos minutos. Es ideal como ritual diario, por ejemplo antes de ir a dormir o durante un día estresante en el trabajo.
Aquí te explicamos cómo:
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Adopte una posición cómoda sentado o acostado. Hombros relajados, ojos suavemente cerrados.
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Respire profundamente por la nariz y cuente lentamente hasta cuatro .
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Aguanta la respiración durante unos instantes (entre 1 y 2 segundos).
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Ahora exhala lentamente por la boca, contando hasta seis .
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Repita este ritmo de respiración durante al menos 3 a 5 minutos .
👉Consejo: Combina el ejercicio con un spray refrescante para la piel de Quellmed en el rostro o el escote. Esto convierte la respiración en un pequeño ritual de cuidado con efectos inmediatos para la piel y los nervios.
Conclusión: El cuidado de la piel comienza desde el interior.
El estrés no se puede evitar por completo en la vida cotidiana, pero podemos aprender a lidiar con él de forma más consciente. Aquellos que cultivan la atención plena no sólo protegen su bienestar mental sino que también fortalecen su piel desde adentro. Y si tienes a mano productos de cuidado suaves, tu piel se sentirá doblemente cuidada.